domingo, 4 de noviembre de 2007

O OUTRO LADO DA RUA

Dirección: Marcos Bernstein.
Países: Brasil y Francia.
Año: 2004.
Duración: 97 min.
Interpretación: Fernanda Montenegro (Regina), Raul Cortez (Camargo), Laura Cardoso (Leonor), Luis Percy (Alcides), Caio Ramos (Bruno), Eliana Couto (Isabel), Miguel Lunardi (Sergio), Mauro José (Tarcísio).
Guión: Marcos Bernstein y Melanie Dimantas.
Producción: Marcos Bernstein y Kátia Machado .
Música: Guilherme Bernstein Seixas.
Fotografía: Toca Seabra.
Montaje: Marcelo Moraes.
Dirección artística: Beatriz Junqueira.
Vestuario: Cristina Kangussu.

SINOPSIS
Regina (Fernanda Montenegro) es una mujer de 65 años, que reside en Copacabana y lleva una vida bastante aburrida. En un intento por transformar su monótona existencia, trabaja como informante para la policía local. La tarea la obliga a mantener su mirada siempre atenta, a la búsqueda de vehículos mal estacionados, o peatones imprudentes. Cuando Re-gina se cansa de esa tarea simple, comienza a perseguir carteris-tas y a cualquier persona que vagabundea por las calles. La mujer, además, habla demasiado, lo que genera recelo entre sus vecinos. Una noche, mientras espía lo que ocurre en otros departamentos, descubre a un hombre a punto de asesinar a su esposa. Pero des-pués de informar a la policía, se queda dormida en la silla. A la ma-ñana siguiente, el jefe de policía informa a Regina que, el hombre que ella había sospechado que estaba cometiendo un horrendo cri-men, no era otro que Camargo (Raul Cortez), un respetado juez, que administraba medicamentos a su esposa enferma, moribunda en ese momento. El policía le informa también que la mujer murió posteriormente por causas naturales, e inmediatamente suspende a Regina en sus tareas. Enfurecida y desesperada, ella decide bus-car evidencias de la culpabilidad del juez. Poco tiempo después, Camargo sorprende a Regina en la calle. Aunque en principio des-confía de él, posteriormente cree que el juez está realmente intere-sado en ella. Para poder encontrar todavía alguna manera de entre-garlo a la policía, decide seguirle el juego. A partir de ese encuen-tro, ambos replantearán profundamente sus vidas.

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